Martha, nuestra empleada

Martha es la empleada de Herve, el dueño de la casa que alquilamos, y quien nos hace el aseo tres o cuatro veces a la semana. Es una samaria única. A primera vista Marta no parece distinguirse de las mujeres clásicas del pueblo de esta región, una mujer morena, de talla media, muy pasada de peso, generosa de pecho y cadera, que sonríe con facilidad... se viste con ropa ajustada: short y camiseta. LLega a las 9 o 10 de la mañana y con algo de dificultad por su peso inicia sus labores. Lo curioso y maravilloso de Martha es su conversación. Es una  mujer leída, muy leída, habla con propiedad de historia de grecia, de roma, de la biblia... de los cristianos, entre otros temas. Sus programas favoritos lejos de las novelas y series que  no le aportan, son Discovery Chanel y History Channel. Es una mujer sorprende, tiene puntos de vista firmes sobre la tolerancia, los errores de la iglesia y sobre la reencarnación y los karmas que se deben pagar en este mundo. Sobre los bichos de la región tiene una filosofía: darle chancleta a todos, por si cualquier cosa; de esta manera les ayuda uno a sufrir menos ya que son bichos pagando un karma de una vida pasada, al darles con la chancleta se aproximan más rápidamente al Nirvana. Esas son sus palabra. Detesta los bichos, las lagartijas, las arañas, e insectos de todo tipo.
Me encanta hablar con ella... dice que la gente del pueblo no tiene cultura, y decir que son ignorantes es mucho para ellos, asegura con propiedad que son incultos y groceros. Conoce bien el pueblo, ha vivido aquí por años,  pero dice con orgullo que es samaria, no tagangera. No encuentra con quien hablar y se ha ganado varios pleitos por su forma de ser. Se burla de los del pueblo que no conocen nada de música o de libros. Critica la música de la discoteca del pueblo y de los vecinos con sus mega parlantes a todo volumen, "si al menos conocieran a Cat Steven, Quen,  los clásicos! No esa música de  tan mal gusto que es reggaeton". Marta es una mujer única, muy especial... a primera vista parece otra más, pero en su interior hay un espíritu inquieto, curioso, maravilloso. Le presté Cuentos Orientales de Margarite Yourcenar... vamos a comentarlo. Me gusta Martha.