Los ultimos dias hemos recorrido caminos por las provincias de Zhejian y Anhui al sur oeste de Shanghai. Salimos el 25 de agosto de la estacion sur.
Habiamos ido el dia anterior a comprar los boletos y conocer el camino de salida de la ciudad, tomamos la linea 1 o roja del metro hacia casi la ultima estacion, hicimos dos largas filas y finalmente nos vendieron el billete hacia Hangzhou, ciudad recomendada por Fred. El dia del viaje llegamos con bastante tiempo, cuando pasabamos por seguridad antes de entrar a la primera sala de espera la senorita nos indicaba que algo pasaba con nuestro billete y nos senalaba a cada uno, no tenia mucha paciencia y con mala cara nos dejo pasar, nosotros tratamos de explicar que el boleto era de los dos. Nos dejo seguir pero Mauri presintio que debiamos aclarar ese asunto, asi que le pidio con senas que lo dejara salir para ir a la taquilla 28, donde nos habia vendido ese billete el dia anterior. Luego de pasados unos minutos regreso, efectivamente si hubieramos tenido problemas al abordar ya que solo nos habian dado un billete! Teniamos que comprar uno adicional. Es el tipo de cosas que suceden por la barrera del idioma.
La sala de espera estaba llena de viajeros, muchos comian de unas cajitas de colores algo que parecia una sopa. Intrigada me acerce a un companero de butaca y efectivamente era una sopa de pasta o noodles que olia realmente bien. Decidimos que seria nuestro desayuno. Las cajitas, estilo balde, vienen listas para que con un poco de agua caliente prepare el plato. Los colores de las cajas indican sabor y grado de picante. Desde ese momento solucionamos en parte el tema de la comida de emergencia ya que se encuentran en cualquier tienda.
El tren salio a tiempo, 1050am, en hora y treinta llegamos a Hangzhou de la que dicen en China: “Si el cielo tiene un paraiso, China tiene a Hangzhou”. La ciudad fue elegida el destino turistico preferido en el ano 2007, tiene 6.16 millones de habitantes y es famosa por el West Lake, lago que ha inspirado a poetas y pintores. La historia dice que fue fundada durante la dinastia Qin (221 aC) y que cuando Marco Polo paso por alli dejo escrito que era una de las ciudades mas esplendidas en el mundo. Poco queda de ese lejano esplendor. La ciudad fue destruida por numerosas invasiones y a finales del siglo XIX fue casi llevada a las cenizas. Todo lo que la mano del hombre habia construido quedo atras; la belleza de la naturaleza permanece hasta el dia de hoy, y es esta su principal atraccion. El lago Oeste y sus islas.
El contraste es sorprendente en pocos minutos se deja la ciudad moderna, edificios, construcciones, autopistas, tiendas de moda para entrar en un lugar apacible y silencioso. Dejamos nuestros morrales en el hotel, a proposito muy poco practico por la distancia al Lago. El taxi nos dejo en el malecon en la Callle Hubin cerca de donde salen cada hora los botes que ofrecen la visita a las islas. El paseo puede durar lo que uno desee ya que salen uno tras otro, dejan un grupo de turistas en una isla y al mismo tiempo recogen los que deseen continuar a la siguiente, asi que uno puede demorarse cuanto quiera y luego tomar el bote que pase. Ya eran casi las cuatro de la tarde y aqui anochece temprano, asi que tuvimos que movernos. La belleza de la naturaleza es imposible de describir, la combinacion de colores, formas, sombras sobre el agua, carpas rojas, flores… A pesar de la multitud de turistas chinos todo hace que el lugar inspire serenidad.
El lago esta dividido por caminos peatonales y varios puentes de tipica arquitectura china, la caminata puede durar horas. Desafortunadamente el cielo amenazaba lluvia y no pudimos recorrer lo que queriamos. De todas formas disfrutamos el lugar. Al regresar a la Calle Hubin de donde habiamos partido nos encontramos con la presentacion cada media hora de una fuente musical y luminosa similar a la que ofrece Barcelona, la diferencia es que esta fuente sale directamente del Lago.
La visita al Lago tuvo un acto de heroismo incluido. Cuando pasabamos por el Puente cerca del lago de Carpas Rojas a una nina de 7 anos se le cayo su cartera al agua, de inmediato rompio a llorar, los padres se miraron sin saber que hacer, Mauri me dijo “yo le recupero la carterita” y regreso hacia el lugar, se tumbo en el suelo del Puente y para sorpresa de todos saco medio cuerpo hacia el agua, estiro su brazo y sin mojarse alcanzo el objetivo, la nina recibio su cartera y le dio una sonrisa. La mama estaba feliz y el papa un poco avergonzado. Sobra decir como quedo la ropa… unos minutos despues se acerco la senora y con senas nos dejo saber que queria una foto de su hija con Mauri. Los dos quedaron muy bien en la foto!
Al dia siguiente decidimos partir hacia Huangshan lugar en donde quedan las famosas Yellow Montains. Segun la guia debiamos ir a la Estacion Oeste, Hangzhou tiene cuatro estaciones de bus, nos fuimos temprano y compramos el primer boleto, el problema era que en realidad las Montanas quedan en un pueblo llamado Tangkou y la ciudad que responde al nombre de las montanas es el centro administrativo de la region que se llama Tunxi. Asi que no sabiamos si el bus nos dejaria en Tunxi y tendriamos que cambiar de bus para llegar a las Montanas. Algo confuso… de todas formas nos subimos al bus No 5.
Hace tan solo unos anos el viaje duraba 7 horas por una carretera angosta, hoy una “express way” comunica Hangzhou con Tunxi en tan solo 3 horas, una hora mas y se llega a Tongkou. Asi ibamos rodeados de locales; a diferencia de nuestro recorrido en Vietnam en los que solo viajabamos con turistas extranjeros. El paisaje ya no de campos de arroz, en su lugar sembrados de bambo y plantaciones de te en terrazas. Paisaje chino sin duda. Ninguna cerca y pocas casas. De nuevo el clima humedo y nublado que nos ha acompanado todo el recorrido en este pais. De repente el bus sale de la autovia y quedamos desconcertados. Con la guia en mano y el nombre de las montanas en chino intentamos comunicarnos con la pareja que viaja al lado, la senora sonrie y llama a su hija Julie, su nombre occidental, quien resulta ser profesora de ingles de una escuela secundaria en Nanning. Ella y su familia van de regreso a su pueblo natal. Nos dice que el bus parara en Tunxi y que luego debemos cambiar para llegar a las montanas. Esa breve conversacion cambio nuestro destino aquella tarde.
Decia Borges que ningun encuentro es casualidad y quizas sea cierto. Esa tarde gracias a una simple pregunta supimos que el pueblo natal de aquella familia china era Hongcu declarado Patrimonio de la Humanidad en 2000, ademas para sorpresa nuestra, nos enteramos que uno de los hijos tiene un hotel en el pueblo, nos invitan a quedarnos alli. Nosotros nos miramos y no tardamos mucho en decidir que las Yellow Montains podrian esperar. Cambiamos de rumbo.
El camino a Hongcug es angosto y poco transitado, un rio pasa por la izquierda, arboles locales adornan las orillas brindando sombra durante todo el recorrido. Llegamos a las cuatro de la tarde. El cambio de planes vale la pena. Hongcu es un poblado pequeno, nada de millones de habitantes, su centro historico es un lugar detenido en el tiempo que en realidad fue “redescubierto” en los noventa como lugar de interes culturial e historico. El poblado tiene sus origenes en el ano 1131. Las calles, todas peatonales, no tienen mas de un metro y medio de ancho y forman un laberinto lleno de puestos de artesanos que trabajan con el bamboo, la talla en madera o piedra, jade, instrumentos musicales, entre otras ocupaciones. Una de las tiendas mas emblematicas es la que ofrece te. La region es rica en su cultivo, la tiendas ofrecen diferentes aromas y empaques.
Las paredes son blancas y desgastadas, los techos en teja de barro con adornos caracteristicos – en las fotos se detalla con precision-, algunas fachadas tienen en la parte superior tallas en piedra y una especie de cornisa en la misma teja negra de los techos. Toda la arquitectura del pueblo nos traslada a un lugar lejano en el tiempo. Lo mas significativo es el sistema de agua. De las montanas cercanas canalizaron el agua siglos atras y por las calles aun pasa un acueducto abierto, una especie de “rio urbano”. El agua pasa por las calles entra y sale de las casas antiguas formando en cada una estanques con peces de colores. La gente vive como hace anos en este poblado.
El lugar mas importante es el gran estanque del centro del pueblo. Es curioso ver a las mujeres lavando las ollas en esos canales y mas adelante un hombre limpiando un pescado o una mujer recogiendo agua para limpiar su entrada. La vida del pueblo pasa como el agua por estos canales que recorren el laberinto de calles.
El pueblo nos encanta. Por esos dias algo ademas de la arquitectura y la gente nos llama la atencion, a cada paso que damos nos encontramos con un joven artista que se concentra con dedicacion a pintar alguna esquina, una ventana antigua, un techo, el estanque. El poblado es pura inspiracion y salvo nosotros ningun extranjero. Decidimos tomar algo en el estaque, la duena de una casa antigua nos ofrece un par de sillas afuera para disfrutar el final del dia. De vez en cuando pasa un anciano cantando quizas viejas melodias, un nino que intenta pescar nos distrae algunos momentos. Es el pueblo mas bonito que Mauri ha visitado en su vida. Y ha visitado muchos.
En el hotel nos preparan recetas locales con pollo y cerdo, luego de varios dias de sufrir con la seleccion, esta vez es sencillo, tenemos a Julie quien nos facilita la tarea. Nos quedamos dos dias en Hongcun, paseamos sus calles; visitamos las casas antiguas con tus tallas en madera que adornan puertas y ventanas; la escuela local un lugar magnifico con la figura de Confucio y sus alumnos mas avanzados; los talleres de artesanos; las tiendas de te; caminamos por el lago sur; subimos a la colina norte para tomar las fotos de los tejados y esperamos el atardecer en la gran fuente o estanque del centro del pueblo. Pasamos dos dias inolvidables en este patrimonio de la humanidad.
Seguiremos en una proxima entrega con Huangshan o las Yellow Montains... un beso