Pasaporte con destino




 La paleta de pasteles perfuma el infinito,
Un vuelo que llega a su destino,
Ojos somnolientos, valija a mano,
la puerta que se abre.







Imagino tu sonrisa, tu rostro trazado de poemas,
tu cabello habrá caído, lo presiento; 
así como algunas de mis partes, 
te aseguro. Meses han pasado…años para ser sinceros,
Ambos lo sabemos. El riesgo está tomado.

La fila se deshace a ritmo de bolero,
el funcionario de ojos fijos interroga: ¿vez primera?
No, reincidencia sin mejora. El sello y la sonrisa.

¿Algo a declarar? ... ¿A declarar? Extraño a mi perro,
el naranjo está en cosecha,
un espíritu trastornado escapó de mi novela…
y un ingrediente al vacío para la receta que a él le gusta.



Ruedas sobre el mármol forman una caravana,
Zapatos presurosos vuelan a brazos que quizás no los esperan. 
Cada quien y sus regresos, sus obsequios, sus memorias y utopías…




La madrugada cumple su promesa,
el viento de otoño arranca el perfume del caribe.
Traigo tu canela, el reloj de arena que olvidaste con la luna,
 y las cartas que hace años me acompañan, y son tuyas.
Te escucho: bienvenida. Me escucho: bienvenido.